Cumplo 10 años como usuario de Twitter. Confieso que lo hice dejándome arrastrar por quienes consideraban que había llegado lo definitivo. Entonces estaba en Huelva y le dí una oportunidad. Un año después me convencí que era una excelente manera de estar informado, accediendo desde mi muro a informaciones ofrecidas por fuentes de confianza. Desde entonces, en el autobús, esperando la dentista, desayunando, siempre lo consulta. A veces me guardo el enlace para verlo más tranquilo o directamente lo retuiteo tras leerlo. Cada tuit tiene su afán. Estoy cerca ya de los 7.000 seguidores y eso que no he comprado a ninguno, que conste.
Creo sinceramente que es una excelente herramienta para periodistas, como altavoz y como micrófono; para escuchar y hablar; para comentar con otras personas aspectos diarios de la vida, de los que siempre se aprende. Así que pienso seguir enfrascado en mi twitter. Dentro de 10 años ya hablaremos.