El periodista Chaves Nogales perteneció a esa «tercera España» que ni estaba con los nacionales ni con los rojos. Nadie mejor que él personifica a los que, a la postre, no hablan pero lloran por dentro, para que nadie les vea, mientras unos exaltados de uno y otro bando gritan, exigen y coartan la libertad.
El 15 de julio de 1936, sólo a 3 días del golge de estado y comienzo de la Guerra Civil, Chaves Nogales firmó el editorial del diario Ahora que dirigió durante años, pidiendo a todos un esfuerzo supremo de negociación y de encuentro que evitara lo que luego ocurrió. En el Anatómico Forense de Madrid estaban todavía los cadáveres (ambos en la foto de portada del periódico) del teniente Castillo y del diputado Calvo Sotelo y, aún así, varias fuerzas políticas hacían toreo de salón criticando aspectos puntuales de una vida política que se les iría de las manos pocas jornadas después, para luego pontificar y culpar al contrario. “Hay que cerrar definitivamente las esclusas de la violencia y el barro”, dijo en ese editorial. Evidente es que no se le hizo caso.
Que la bandera del diálogo ondee y que cada cual se tiente la ropa antes de hacer o decir nada. Como español, Cataluña es mi tierra también; como lo es mi Andalucía, la tierra de mis hijos y de mis padres; como lo es Madrid, la ciudad que me acogió en tiempos de vacas flacas. Que cada tierra respire su aire y que cada español se sienta también catalán, madrileño, andaluz… o todas las cosas a la vez, porque España no es un cercado de ciudadanos presos, tiene que ser una tierra de esperanza para todos, respetando a cada cual lo que tiene y representa y repartiendo lo que tenemos entre todos. Desde esta mirada, basada en el diálogo, Viva Cataluña ¡¡ Viva Andalucía ¡¡
Si Chaves Nogales estuviera hoy dirigiendo el diario Ahora, se pondría al frente del diálogo y la esperanza del futuro, porque ya está bien de cercenar las esperanzas de los que lloran para dentro porque tienen miedo de estar contra los que gritan fuera, ciegos de futuro.